Te echo tanto de menos que hay momentos en los que no se ni qué hacer... es una suerte tener a alguien como tú en mi vida, jamás podré agradecerte todo el amor que me has regalado y que has compartido siempre con todo el mundo, creo recordar que te lo dije, pero eres una de las personas más buenas que he conocido nunca y doy gracias a Dios porque tengo la gran suerte de que eres mi abuela y puedo decirlo con una sonrisa enorme y con unos ojos llenos de emoción, GRACIAS YAYA, gracias por todo y por siempre y por ser como eres y por mostrarme y mostrar siempre una sonrisa y por enseñarme a ver siempre el vaso medio lleno y por ser tan agradecida y tan buena y por ser mi ángel de la guarda y mi ejemplo a seguir...

Te echo tanto de menos que me duele el alma...

No se cuándo seré capaz de escribirte yaya, porque el dolor es tan reciente que cada palabra me cuesta una lágrima, incluso cada pensamiento... pero tengo la necesidad de hacerlo algún día, de permanecer en contacto contigo y expresar con palabras todo el amor y la bondad que has dejado en mi alma... Creo que te lo dije más de una vez, pero por si no te lo dije suficiente quiero recordarte que te quiero yaya, que jamás hubieses sido mejor abuela de lo que eres y que Dios seguro que está sonriendo al tener a una persona como tú en el Cielo...

GRACIAS por formar parte de mi vida, de mi corazón y por siempre de mi alma...